• No importa cuán inteligente seas, o que tan físicamente fuerte seas, o cuál sea tu situación financiero, qué habilidades y talentos poseas, o qué posición de poder tengas sobre los demás, tu no eres indispensable a menos que uses tus dones y principios al servicio del éxito, la mejora o la supervivencia de otras personas.

• Ser indispensable significa que eres adaptable, aprendes y creces con tu organización a medida que ésta cambia y evoluciona. Así, sigues siendo valioso para tu organización y para tu equipo. Si no estás cambiando con tu organización, en esencia te estás volviendo obsoleto. “Síndrome del producto terminado”

• Desde la década de los 80s se habla de una práctica llamada “Intraemprender” es decir emprender desde adentro de la empresa para la cual trabaja, esta es una manera muy ingeniosa de hacerse indispensable. Se trata de proponer nuevos proyectos que tengan como fin dar más valor a las actividades o productos de la empresa tomando como base la infraestructura o los recursos ya existentes
• O más simple aun, hacer mejoras significativas en la forma de hacer el trabajo para volverlo más eficiente en una ecuación gana-gana para la empresa y para el empleado